Distrito Federal– Productores de carne del país alertaron que es cuestión de semanas, e incluso de días para que los precios de las carnes bovina y porcina se incrementen a consecuencia del elevado costo de los insumos que ha prevalecido desde inicios de año, principalmente en el maíz amarillo que se usa para forraje y engorda del ganado.
“Creo que el tiempo que nos queda es corto y estrecho y presumimos que a partir de julio se empezarán a reflejar los ajustes en los precios de la carne bovina y de cerdo. Finalmente consideramos que la única forma de mantener la oferta proteína animal es a través de productos industriales que den valor agregado al producto, con cortes finos y subsidiar a un costos accesible para la población'', sostuvo Raúl de la Paz Garza, presidente del Consejo Mexicano de la Carne.
Sin embargo, advirtió de otros riesgos relacionados con la industria. Acusó a las autoridades de las secretarías de Agricultura y Economía, las cuales, en el afán de proteger al sector primario nacional, han aplicado medidas que han restringido la importación de carne, principalmente de la pechuga de pavo, cuya producción nacional sólo representa 4%, y el 96% restante se importa de Estados Unidos y Chile.
Señaló que desde el 30 de mayo, las autoridades mexicanas no han renovado la habilitación de las plantas chilenas importadoras de ave, que están certificadas para exportar a México, lo que peligra la importación de ese tipo de carne.
De hecho, diversas representaciones de ganaderos, como es el caso de la Confederación de Porcicultores Mexicanos (CPM), han solicitado a la Secretaría de Economía (SE) que frene las importaciones de este tipo de carne a través de una salvaguarda para impedir que el sector siga sufriendo daños económicos.
Sin embargo, a decir de De la Paz Garza, este tipo de proteccionismos afecta la demanda en México, lo que pudiera propiciar una sobredemanda del producto y ello provoque un incremento de al menos 10% en los precios de los embutidos, en especial de la salchicha y jamón de pavo.
“La preocupación de nuestro sector es que en el ánimo de ayudar al productor primario se han tomado medidas que restringen la importación de carne, y si bien no tenemos inconveniente sí esperamos que haya una oferta nacional que sustituya a esas importaciones, pero no la hay'', subrayó.
Explicó que el regular las importaciones dañarán al consumidor final, porque la falta de oferta para cubrir la demanda de carne en el mercado elevará los precios.
Detalló que si se cierra la importación de carne de ave de chile, se deberán modificar los contratos con Estados Unidos, el cual tiene una diferencia de precios de 10% con chile, lo que se traduciría de forma inmediata en un incremento en la misma proporción.