Tradicionalmente identificada como una producción del sudoeste santafesino, donde se concentra prácticamente el 80 por ciento de la producción total, desde Villa Ocampo Vicentín Faenas viene instrumentando una consistente estrategia que pone también al cerdo bien al norte y con altos parámetros de calidad.
Con veintisiete años de existencia, Vicentín Faenas es un frigorífico consolidado en Villa Ocampo, bien al norte de la provincia, lugar desde donde provee carne vacuna y porcina de primera calidad a una vasta zona. Que la zona es ganadera, no caben dudas. Pero que haya podido afirmar una producción y faena sostenible -y creciente- de carne porcina no es tan común. Para ello, fue necesaria la visión y constancia de la gente de Vicentín Faenas SRL -encarnado en su socio gerente, Don Isidoro Vicentín, aunque corresponde que digamos "Coqui" Vicentín, porque así lo conoce todo el mundo en el norte- y de un grupo de productores que desde hace un puñado de años han venido trabajando juntos, codo a codo, mejorando genética y manejo.
Hoy los frutos están a la vista: hoy el frigorífico tiene 2.500 cerdos, con una faena promedio de 300 cabezas por semana (prácticamente el doble que unos pocos años atrás), y la mejor genética. El plan de Vicentín fue simple y "personalizado": se trabaja siempre con los mismos productores, se ha incorporado genética de primera, se contrató a un médico veterinario que se dedica específicamente a visitar todos los establecimientos proveedores (en consecuencia, todo el grupo maneja los mismos criterios de sanidad) y luego se hace un manejo en el que orden, limpieza y bienestar animal son respetados a rajatablas.
Este esquema, es totalmente compatible con la faena de vacunos. Los carniceros, necesitan cerdo y carne vacuna y hoy es Vicentín Faenas el que les provee de ambas.
Tal es la calidad a la que se ha arribado (y aquí hay que considerar que el engorde a maíz genera un tocino -aseguran- más firme que el de aquellos animales alimentados a suero, de la zona tambera) que muchas veces Vicentín envía animales a Paladini o Lario.
Campolitoral visitó la planta de Villa Ocampo, donde sorprende la prolijidad de un feedlot vacuno muy parejo y "elástico" (hoy con 2.500 animales, pero tiene espacio para crecer e instalaciones de primera) y, apartado, el sector porcino hoy trabajando al límite de su capacidad actual, aunque está firme la idea de al menos duplicar esta capacidad actual. La firma, sin embargo, se ha caracterizado desde siempre por reinvertir y tratar de integrar y completar ciclos productivos. Un ejemplo de ello es que en materia de cerdos, analizan pasar al ciclo dos y trabajar directamente cortes de cerdo con la marca propia.
Vicentín Faenas hoy es un claro referente en el norte no sólo santafesina: hoy comercializa sus productos en Misiones, Formosa, Chaco, Corrientes y emplea a unas 150 personas.
Dialogamos con "Coqui" Visentín y su hija Marta y también con el contador José María Yermanos, quienes nos brindaron un puñado de precisiones sobre el tema.
-Uno tiene el "prejuicio" de que el cerdo es del sur o del oeste, no del norte…
-Sí, pero con genética y buen manejo el cerdo puede hacerse sin problemas también en el norte. Acá hay productores que han traído genética de última generación en la zona. Estamos a la altura de Chañar Ladeado, Murphy o toda esa zona chanchera por excelencia. Estos productores nos venden a nosotros los cachorros de 35 kg., que dejan de ser delicados y se los trabaja con la recría con mayor comodidad.
-¿Qué le aportó el cerdo a su frigorífico, que ya era conocido por su faena vacuna?
-Tuvimos y tenemos la intención de brindarle un servicio más a nuestros clientes, porque todo carnicero necesita hacer el embutido. Nosotros le vendemos entonces la media res, que para ellos ya es más fácil la compra. Nos piden que no sea más de 50 kg. la media res, porque así el cerdo es magro, tiene la edad, el tamaño y la gordura necesaria. Nosotros lo llevamos hasta los 110 kg. y allí esta justo para hacer el embutido. Después de ese peso, ya le sobra tocino.
Nosotros hemos comenzado con la actividad de engorde de cerdo para cubrir el pedido de los carniceros de la zona, que necesitaban estar provisto de buenos cerdos y antes necesitaban traerlo desde lejos.
En la zona, hace un tiempo, no había buena genética, ni buena manera de engordarlo. Por lo tanto decidimos empezar con este emprendimiento que nos permitió hacer una integración con el productor respetando determinada genética y sanidad. Nosotros somos compradores de ellos y ellos tienen a su vez asegurado su mercado y una provisión de materia prima. El productor sabe lo que necesitamos: una determinada raza, genética y sanidad que nos sirve. Hay una relación muy estrecha.