El devastador paso de los huracanes Gustav y Ike por Cuba también tuvo un tremendo impacto en las producciones cubanas de carne porcina y de huevos, dos renglones muy demandados en la mesa de los cubanos.
Esa no podía ser peor noticia en momentos en que el país enfrenta una millonaria factura en la importación de alimentos, productos cuyos precios internacionales andan en una imparable espiral ascendente.
Según fuentes del Ministerio de la Agricultura (MINAGRI), unos 110 mil cerdos fueron afectados por los dos meteoros que provocaron la pérdida de mil 500 reproductoras y la muerte de 10 mil crías.
Los datos son más tremebundos pues hubo que hacer 15 mil sacrificios de urgencia y se afectaron 12 mil toneladas de carne por diferentes motivos.
Ese desolador panorama vaticina al menos seis meses de una seria disminución en las entregas de carne al mercado interno, sin llegar al desabastecimiento total pues aún quedan posibilidades productivas.
Para revertir ese problema, el MINAGRI aprovecha la entrega en usufructo de las tierras ociosas, un proceso que se realiza en todo el país con mucha aceptación.
Para volver a hacer parir a la tierra
Decreto-Ley No.259 sobre la entrega de tierras ociosas en usufructo
Según Norberto Espinosa, director del Grupo Nacional Porcino, a los usufructuarios que se decidan se les entregarán insumos básicos y animales para establecer convenios productivos.
De esa manera se espera que el país caribeño este año se acerque a los niveles planificados de producción de carne porcina.
Más complejo parece el horizonte en la avicultura, donde se perdieron más de un millón 114 mil animales, entre ponedoras y pollos de poca edad.
La fatídica combinación ciclonera también nos hizo perder más de un millón 245 mil huevos y significó que se dejaran de producir otros 70 millones.
En todo el país más de mil 078 naves de cría perdieron techos y paredes, y 249 fueron destruidas totalmente, especialmente en la occidental provincia de Pinar del Río donde los daños fueron más graves.
Ahora, funcionarios de la Unión Avícola recorren las provincias orientales de la isla para buscar lugares adonde se pueda trasladar la masa avícola sobreviviente en Occidente.
La estrategia es inteligente pues busca salvar a los animales y garantizar la continuidad de la producción de huevos, alimento muy socorrido en las casas cubanas.
No obstante, los especialistas aseguran que hay posibilidades de mantener el suministro de diez huevos mensuales por persona como establece la canasta básica que se entrega a precios subsidiados a cada cubano.
Tanto en el caso porcino como en la avicultura, nadie duda de que el camino que se tiene por delante sea escabroso y largo, pero no queda otra alternativa que transitarlo en aras de recuperar la producción de la demandada carne de puerco y de los solicitados huevos.