El Gobierno tiene a la firma un decreto por el que retomará el control sobre la administración y emisión de las cartas de porte, un documento necesario para trasladar granos hacia cualquier destino: al acopio o al puerto. Así lo confirmó el presidente de la Oncca, Ricardo Echegaray, organismo que comandará el sistema, con la asistencia de la cercana AFIP y de la Subsecretaría de Transporte Automotor de la Secretaría de Transporte.
El nuevo sistema incluirá también el traslado de ganado en pie, y el pedido de documentos será digitalizado, lo que permitiría su impresión y posterior estampillado en sucursales del Banco Nación o de la AFIP. De este modo, todos los movimientos de granos y ganado quedarían asentados en un sistema informático.
Según Echegaray, “el Gobierno quiere retomar el control de un documento que es vital para la incorporación del primer eslabón de la cadena agrícola a la formalidad y la transparencia comercial y fiscal”. La administración de las cartas de porte había sido dejada en manos de la Federación de Acopiadores y de la Federación Agraria Argentina a principio de los ’90.
Por este concepto, la Federación de Acopiadores factura unos $ 21 millones anuales, con unos 5 millones de cartas de porte emitidas a un valor de $ 4,2 cada una, al que se agregan otros $ 2 que cobra la Oncca en concepto de arancel. En tanto, la Federación Agraria emite cerca de 1,5 millón de cartas de porte al año, lo que le significa ingresos por $ 6,3 millones.
Acerca de los cambios venideros, los acopiadores no mostraron demasiada preocupación: “Nos afecte o no, no es un problema, el punto es si logran mejorar el sistema”, dijo Raúl Dente, directivo de la entidad.
Sospechas de revancha
En tanto, los dirigentes de la Federación Agraria creen que, detrás de la iniciativa de la Oncca, no sólo está la intención de profundizar los controles sobre el sector, sino la de dejar sin financiamiento a la entidad que probablemente más gente ha aportado a las protestas en las rutas durante los más de 120 días de paro agropecuario.
“A nosotros nos generaría un fuerte perjuicio”, dijo Solmi, director de esa entidad gremial. Es que, restando los costos de impresión por cada carta de porte emitida, a Federación Agraria le queda en limpio $ 1,5 por cada una, es decir, un total de $ 2,25 millones, con los que financia su actividad de base. “Con ese dinero mantenemos abiertas las oficinas del Interior y, si bien los dirigentes no cobramos, sí tenemos que pagarle al personal administrativo, lo que hacemos con ese financiamiento”, agregó Solmi.
Otro dirigente de la entidad agregó que “si la Oncca retoma la emisión de estos documentos, también debería controlar la de los formularios 1116”, donde figuran los datos necesarios para emitir las cartas de porte, y que funcionan como garantía de depósito en el acopio o como comprobante de compraventa. “Si esto también pasa a la Oncca, serían otros $ 500.000 que perderíamos”.