Los frigoríficos uruguayos están sondeando el principal mercado para las carnes bovinas y ovinas: la Unión Europea.
Las empresas masivamente, están participando de la SIAL Francia, que se desarrolla hasta el jueves. La feria sirve, además, como observatorio de las tendencias del consumo mundial de carnes y es sólo comparable con la de Anuga (Alemania).
"Se está viviendo una incertidumbre muy grande desde el punto de vista financiero. Hay una gran expectativa y una cierta pulseada, porque hay interesados por nuestra carne, pero no se concretan precios, porque no hay referencia", explicó a El País Fernando Pérez Abella, vicepresidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), que encabeza la delegación oficial.
Mientras tanto, en la semana comprendida entre el 5 y el 11 de octubre pasados, el precio promedio por tonelada de carne bovina exportada cayó 28,6% respecto a la semana anterior, mientras que los volúmenes exportados fueron 18,6% menores y la faena subió levemente algo más del 2%, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC) y de la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG).
En la información semanal de INAC se señala que en la semana cerrada al 11 de octubre se exportaron 3.881 toneladas de carne bovina a un precio promedio de US$ 3.115, el más bajo desde la última semana de marzo pasado, cuando este promedio fue de US$ 2.901 para un volumen total de exportaciones de 6.229 toneladas.
Fuentes vinculadas al sector señalaron que se trata de un precio atípico, fruto de una canasta de productos no representativa, y es de esperar un nuevo repunte del precio promedio para la semana cerrada al sábado 17 de octubre. En cuanto al volumen, éste aún permanece bajo, ya que se debería estar en el orden de las 9.000 toneladas semanales como parámetro normal, según explicaron analistas a El País.
Por su parte, el titular de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ernesto Agazzi, al término de la reunión de ministros, celebrada ayer, recordó que septiembre cerró con volúmenes de negocios para los exportadores de carne superiores a los de 2007, mientras que los trabajadores de la industria que actualmente están en seguro de paro son "significativamente menos" de los que estaban en esta época del año pasado.