En manos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) está el proyecto que pretende modificar el actual Decreto 61, que regula la estructura y funcionamiento de mataderos, cámaras frigoríficas, plantas de desposte y faenamientos para autoconsumo (CFA). El documento está en trámite para lograr la aprobación de los titulares de los ministerios de Agricultura y Salud, y posteriormente la firma de la presidenta Michelle Bachelet.
"Este trámite estará listo relativamente pronto. Antes de fin de año esperamos que sean aprobadas las reformas que propusimos al reglamento", afirma Francisco Bahamondes, director nacional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
Las propuestas para cambiar el reglamento de los mataderos (vigente desde 2006), fueron acogidas tras dos meses de consulta pública (abril y mayo 2008). A través del SAG se recepcionaron distintas iniciativas emanadas de los propios interesados (Faenacar, Fedecarne, APA-Asprocer y diversos establecimientos privados), para luego ser consolidadas en conjunto con un equipo técnico y, posteriormente, enviarlas a Odepa.
Los principales cambios
El objetivo de las modificaciones que tendrá el Decreto 61 es hacer énfasis en que existen necesidades y condiciones especiales en el proceso de faenamiento para cada especie animal. El actual reglamento es exigible por igual para bovinos, equinos, porcinos, ovinos y caprinos, lo que derivaba en situaciones de exigencias no aplicables a algunas especies.
"Por ejemplo, en el actual decreto se especifica el procedimiento de descuerado en los animales, y los cerdos no se descueran", explica Francisco Bahamondes.
Así, la utilización de cuchillos, los sistemas de elevación del animal para su faena, las especificaciones para los corrales y el proceso de desinfección y esterilización de instrumentos, son algunas de las consideraciones que tendrán particularidades para cada especie animal.
Otra de las reformas que interesaba a los mataderos era adecuar el tiempo de espera que se exigía para el faenamiento de cada animal.
"En las propuestas contemplamos otorgar una mayor flexibilidad en el tiempo de espera de los animales. La idea es apoyar el bienestar de cada especie", dice Bahamondes.