Debido a la caída del peso mexicano frente al dólar en los últimos tres meses, algunas investigaciones sugieren que los consumidores mexicanos han descendido a los primeros escalones de la escalera proteica, cambiando su consumo regular de carne de bovino y porcino hacia el de carne de ave. Esto de acuerdo con datos recientes de la Federación de Exportación de Carne de EE.UU. (USMEF, según sus siglas en inglés).
Durante una conferencia telefónica con la prensa, el director de la USMEF para México y República Dominicana, Chad Rusell, dijo que una revisión de los primeros datos mostró un descenso del 13% en las importaciones mexicanas de carne de bovino proveniente de EE.UU., y un descenso del 12.5% de las importaciones de carne de cerdo, de agosto a septiembre de 2008.
Mientras tanto, las importaciones de carne de ave en el mismo período se incrementaron un 40%.
Russell señaló que la caída del peso frente al dólar desde el mes de agosto, así como la crisis financiera global, asociada a los problemas de liquidez, han afectado la demanda mexicana de carne. Señaló también que algunos compradores mexicanos están buscando la manera de retrasar los pagos a los proveedores estadounidenses con la esperanza de que llegue a darse una mejor paridad cambiaria.
El poder adquisitivo de México también depende de su capacidad para exportar sus productos a EE.UU. Los pronósticos muestran que las exportaciones mexicanas a EE.UU. permanecerán en el mismo nivel o crecerán sólo 1% durante 2009, lo que afectará también la demanda mexicana de carne estadounidense, indicó Russell.
Russell concluyó que el lado positivo de esta situación es que el peso mexicano se ha recuperado poco a poco frente al dólar desde el 20 de octubre, y que una línea de crédito recientemente otorgada por parte de la Reserva Federal de México a su Banco Central, podría ayudar a subsanar las condiciones actuales antes descritas.