Aunque el 2008 fue un año récord en la cosecha de maíz en la región de la Ciénega, la más rica productora del grano en Jalisco, el costo de los insumos y el nulo apoyo llegado de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) puso a los maiceros al borde de la quiebra y con una perspectiva nada optimista para el año que recién inicia. El bajo precio de garantía, el retraso en los pagos y hasta la devaluación de la moneda, formaron parte de un panorama que, contrario al éxito en lo obtenido de la tierra, negó mayores ingresos a los miles de productores jaliscienses.
Cotizaciones de diciembre pasado por ejemplo valúan a tractores nuevos para uso agrícola (uno marca McCormick, modelo CX 105) en 552 mil pesos “de riguroso contado con cambio sin previo aviso”, un 40 por ciento más caro que en enero. Los comparativos entre el apoyo que se da a los acaparadores del grano y a quienes lo producen, dejan claro que la mayor parte de los recursos del gobierno son para apoyar a los grandes empresarios del campo.
En ese sentido, agricultores de la Ciénega señalan que el trabajo de Alberto Cárdenas Jiménez en dos años al frente de la Sagarpa no se ha visto reflejado, pese a los presupuestos también históricos, en una mejoría de los verdaderos productores.
“Tanta es su incapacidad que en el 2008 se aprobaron en el Congreso más recursos para el campo en la historia de México y ese recurso pudo haber sido un detonador muy importante para el campo. Y si lo fue para Maseca, Minsa y Carril, con 650 pesos de apoyo por tonelada, y ellos a los bodegueros que les acaparan el maíz o la materia prima les dan 80 pesos por tonelada. La realidad el secretario de Agricultura trae un desastre con el campo mexicano, los recursos pudieron aplicarse de activos productivos por muy tarde en julio y no hubiéramos tenido la pérdida del 40 por ciento del peso para ese tiempo y se aprovecharan más los recursos hacia los productores en el caso de Jalisco. Es fecha que no se ha ejercido ningún peso de activos productivos haciendo menos productivo al Estado y a la nación”, dicen productores agrupados en la asociación maicera de la región.
Señalan que si el maíz tuviera un precio de garantía de 3 mil 500 a 3 mil 700 pesos serían unos mil pesos extra por tonelada, y si se sumara el apoyo de 650 pesos por tonelada que le dan a Maseca, Minsa y Carril habría para el productor una ganancia extra superior a los 800 pesos, pues de los actuales 2 mil 500 pesos que se pagan por tonelada se llegaría casi a los 5 mil, con el impacto económico natural al capitalizar a quienes de verdad se dedica a la producción.
“El productor ya no pensaría cómo pagaría los costos de producción, ahora pensaría cómo hacerse empresario”, señalan los maiceros.
Un informe detallado de lo que ha ocurrido con los alrededor de 2 mil 450 pesos de apoyo por tonelada que terminan desviados del productor, es comparado con los incrementos que otras ramas agropecuarias han tenido entre el 2006 y 2008, por ejemplo, las pasturas de ganado que subieron un 88 por ciento, la leche un 17 por ciento, la pastura porcina creció en precio un 58 por ciento y el precio de la carne no aumentó ni un punto porcentual.
“Quien se dedique a la agricultura y ganadería no puede darle valor agregado a sus granos porque no tiene margen ni en el grano, leche ni carne porque todo lo debe por los altos costos de producción. La Sagarpa dice que atiende el 30 por ciento de las necesidades del campo cuando en realidad 5 por ciento”, agregan.