A pesar de que el país incrementa su potencial para exportar carne de cerdo a Japón, Corea, Rusia y China gracias a la declaratoria de México libre de fiebre porcina clásica, el reto es subir la producción entre 35 y 40 por ciento en los siguientes cuatro años.
Enrique Domínguez Lucero, director general de la Confederación de Porcicultores de México aseguró que la meta de crecimiento se podrá cumplir si se otorgan créditos oportunos, se invierte en infraestructura para asegurar las compras de cosecha nacional y si la Secretaría de Economía evita que compitan con precios desleales de productos importados con subsidios.
Actualmente se producen un millón 200 mil toneladas, de las cuales sólo se exportan alrededor de 70 mil toneladas.
“La propuesta de crecer entre 35 y 40 por ciento es demasiado conservadora, toda vez que ese tonelaje representa 50 por ciento de las importaciones que realiza nuestro país”, sostuvo.
El representante del sector porcino aseguró que al mejorar la competitividad, el país podría incrementar las exportaciones de 5.8 por ciento a 20 por ciento en un plazo de cinco años.
Domínguez Lucero agregó que este sector. requiere de una inversión del orden de 800 millones de pesos para nuevos rastros y ampliar las instalaciones actuales con la finalidad de cumplir con las normas internacionales sobre crianza y sacrificado, manejo de cortes, refrigeración y empaque para exportar.