Los temores por la influenza AH1N1 han provocado el desplome de la demanda de carne de cerdo en el mercado nacional hasta en un 50 por ciento, lo que genera pérdidas a los productores cochabambinos que proveen a todo el país.
Los miembros de la Asociación de Productores de Cerdo en Cabaña o Granja dijeron ayer que la “mala información” sobre la enfermedad provoca graves pérdidas al sector y aseguraron que al comer carne de cerdo y sus derivados no existe riesgo de contagio.
Sólo una empresa de Cochabamba, en promedio, dejó de comercializar en el último mes hasta 600 animales para consumo con una pérdida de 480 mil bolivianos al mes.
El descenso de la demanda genera también la caída del precio de la carne de cerdo en el mercado. Hasta la pasada semana, el precio por kilo había bajado casi un 23 por ciento.
Alberto Borja, representante de la asociación de productores y de la empresa Agropecuaria Copacabana, informó que Cochabamba destina más del 60 por ciento de su producción a otros departamentos por lo que los efectos de la baja de la demanda se han sentido con más fuerza en la región.
La caída más fuerte del consumo de carne de cerdo se registró en Santa Cruz con un 50 por ciento aproximadamente, seguido por La Paz —el mercado más grande— con un porcentaje similar y Cochabamba con 40 por ciento de descenso.
“Es evidente que por la mala información sobre la mal llamada gripe porcina ha caído el consumo de cerdo en general en todo el país. Esto se debe a que mucha gente considera que al comer carne de cerdo o sus derivados pueden contraer el mal. Queremos informar al público que no hay ningún riesgo de enfermedad al consumir los productos de cerdo y derivados”, dijo.
El empresario señaló que la Asociación de Productores de Cerdo en cabaña o granja garantiza la seguridad de sus productos a los consumidores porque, indicó, cumplen con todas las normas sanitarias nacionales e internacionales y los miembros cuentan con la supervisión de profesionales en genética, nutrición y sanidad.
Los empresarios alertaron que si la situación continúa enfrentarán pérdidas irreversibles porque se genera temor no sólo en la población que consume, sino también en otros eslabones.
Borja explicó que ya se han presentado restricciones para transportar el producto debido a que algunos choferes temen contagiarse la enfermedad por estar en contacto con los cerdos.
A esto se suma la pérdida económica. “Lógicamente, al haber un menor consumo de carne de cerdo, todas las granjas que producimos cerdo hemos tenido una considerable pérdida puesto que a pesar de no comercializar los animales continuamos con los gastos fijos”, explicó Borja.
En Cochabamba, la Alcaldía de Quillacollo decidió suspender la feria del lechón.
Senasag descarta riesgos
El Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), regional Cochabamba, dijo ayer que no existe riesgo para la salud humana al consumir carne de cerdo y sus derivados.“La población debe estar tranquila, no tiene por qué dejar de consumir esta carne”, dijo Alfonso Ortiz, coordinador de Sanidad Animal de la entidad gubernamental.
Sin embargo, el Senasag restringió a fines de abril la importación de cerdos y alimentos de México, EEUU y Canadá ante la influenza AH1N1.
La medida, que provocó la protesta de México ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), está vigente sin plazo de vencimiento e implica una vigilancia en los aeropuertos para evitar el ingreso al país los productos derivados de la carne de cerdo.
La pasada semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que no existe riesgo de contagiarse con la nueva cepa de influenza AH1N1 al comer carne de cerdo, ya que las revisiones a animales y sanitarias son suficientes para garantizar la seguridad de los suministros de comida. El calor aplicado habitualmente durante la cocción de la carne inactiva inmediatamente cualquier virus que pudiera encontrarse en la carne cruda.