Mientras en el mundo la carne de cerdo es la más consumida, en los mercados salvadoreños menos de la mitad de la población la prefiere. La Asociación Salvadoreña de Porcicultores (ASPORC) pretende que la mayor parte de granjas del país estén tecnificadas para que la producción de carne porcina sea de más calidad y los consumidores confíen y opten por el producto.
Actualmente, en El Salvador existe un aproximado de 100 mil granjas, pero sólo unas 150 tienen un proceso de tecnificación en su producción. “Es por ello que ASPORC ve la tecnificación como un reto del mercado porcino”, expresó Federico Fernández, presidente de la Asociación.
Según estudios de ASPORC, el cerdo criado en granjas tecnificadas es un animal esbelto, musculoso y que produce una carne libre de grasa y con cualidades nutricionales. “El cerdo es un animal que el 75 % de su grasa la acumula debajo de la piel, el resto se encuentra entre los tejidos y los músculos, pero, si quitamos la piel y la grasa entre músculo y órgano queda una carne libre de grasa, una carne magra”, dijo el presidente de ASPORC.
Fernández sostuvo que en el país el consumo per cápita al mes, es uno de los más bajos en el continente y el mundo, debido a “realidades erróneas que existen sobre el consumo de la carne de cerdo”. En los últimos meses la influenza A H1N1 ha generado mayor desconfianza en la población, pues se dio la confusión que el cerdo era portador del virus.
“La influenza no tiene ningún vínculo con la carne de cerdo. Se trabajó con las instituciones de salud y de agricultura para desvincular y aclarar. Es una influenza que no tiene ningún origen del cerdo y no está comprobado que alguna vez el cerdo haya tenido ese virus”, explicó Roni Cáceres, presidente de Asociación Salvadoreña de Industriales de Carne (ASICARNE).
Ante la percepción que se tiene de la carne de cerdo, ASPORC junto a ASICARNE lanzó la campaña “Carne de Cerdo ¡La alternativa sana y deliciosa!”, cuyo fin es dilucidar los beneficios económicos y educar a la población sobre las características nutricionales de la carne porcina e informar de la calidad del producto.
En la presentación se desmitificó sobre las repercusiones a la salud que puede inferir el consumo de la carne y sus derivados, como elevar el colesterol y el alto contenido en parásitos.
«Queremos marcar un hito en la historia del cerdo donde se cree suficiente confianza en los consumidores», dijo Fernández.
En el evento también se mostró la apertura que el departamento de asistencia técnica de los Porcicultores salvadoreños pretende dar a nuevos inversionistas y a los que aún no tecnifican sus granjas, pues aseguraron que con esto el consumidor tendrá mayor confianza y consumirá el producto sin ningún temor porque sabrá que lo que estará comprando es un producto confiable y de alta calidad.