Está demostrada la susceptibilidad del cerdo al virus.
A requerimiento de La Voz del Campo , las que siguen son respuestas y recomendaciones para los productores de porcinos formuladas por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
–A los fines de prevenir casos de influenza A (H1N1) humano en porcinos, ¿cuáles son las recomendaciones que brinda el Senasa para todos los establecimientos de producción de cerdo?
–El nuevo virus, causante de la pandemia actual en las personas, se denomina influenza A (H1N1). Este nuevo virus es producto de la recombinación genética de virus de Influenza de origen humano, porcino y aviar.
Se ha demostrado, tanto de manera experimental como por infección natural, que el cerdo es susceptible al nuevo virus. A partir de este descubrimiento, el Senasa recuerda al sector las medidas de bioseguridad e higiene que deberían aplicarse para evitar el ingreso de enfermedades al establecimiento con porcinos.
Entre ellas se recomienda: reforzar la higiene de las instalaciones y trabajadores, restringir el ingreso de personas ajenas al establecimiento, evitar que personas con gripe o sospechosas de estarlo, asistan al establecimiento, y que, especialmente, estén en contacto con los cerdos.
–¿Cuáles serían las recomendaciones para los productores porcinos?
a) Reforzar las medidas de bioseguridad básicas.
b) Los trabajadores deben higienizarse frecuentemente las manos y cubrirse de manera apropiada cuando tosen o estornudan.
c) Evitar el ingreso de personas ajenas a la granja.
d) Los trabajadores que tengan síntomas de gripe, o sean sospechosas de tener gripe, o que tengan relación con personas enfermas, no deben estar en contacto con cerdos y deben consultar de inmediato a un médico. Se recomienda que personas con sintomatología de gripe no asista al establecimiento.
–¿Está demostrado que el nuevo virus influenza A (H1N1) haya sido transmitida de porcinos a los humanos?
–Aún no se pueden sacar conclusiones al respecto. No ha sido demostrado el pasaje del virus nuevo del cerdo al hombre. Por otro lado, no existen evidencias de que las personas que comenzaron a enfermar en el inicio de la epidemia en México hayan tenido contacto previo con porcinos. El posible salto "inter-especie" es un tema pendiente para ser estudiado.
–A raíz de la pandemia que hay en humanos, ¿qué grado de riesgo hay en las granjas de que los animales contraigan la enfermedad?
–La susceptibilidad de los cerdos al nuevo virus de influenza A (H1N1) ha sido demostrada experimentalmente. Además, se han reportado dos casos de infección natural a través de la transmisión "hombre a porcino" en el mundo. Un caso fue confirmado el 2 de mayo de 2009 en Alberta, Canadá, con el antecedente del contacto de un carpintero con signos de gripe recientemente arribado de México. El segundo caso fue detectado en nuestro país, el 24 de junio, en un criadero comercial ubicado en la provincia de Buenos Aires.
De acuerdo con los estudios epidemiológicos del caso y, teniendo en cuenta que no hubo ingresos durante los últimos seis meses, la hipótesis del origen sería el contacto previo de los cerdos con dos trabajadores del lugar que habrían manifestado síntomas gripales días antes.
–¿Se ha reforzado el presupuesto de Senasa destinado a la prevención, vigilancia y contención de este nuevo virus?
–Si. El refuerzo presupuestario está dirigido a reforzar las acciones de vigilancia epidemiológica, erogaciones para movilidad del personal, adquisición de equipamiento para la atención de focos, insumos para toma de muestras y para diagnóstico de laboratorio, entre otros destinos.
–¿Cual es la evaluación del Senasa sobre el caso registrado en San Andrés de Giles?
–La evaluación es positiva ya que la contención del foco fue logrado con éxito en tiempo y forma, realizado además por la interacción interinstitucional entre el Senasa, el Inta y veterinarios privados que integran el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica.
El Senasa tenía un Plan de Contingencia para el virus influenza A (H1N1) en cerdos, elaborado oportunamente, que permitió actuar rápidamente aplicando las medidas sanitarias ya definidas y adecuadas para las características de este nuevo virus.
–¿Tienen el Senasa información sobre el impacto económico que la fiebre está produciendo en la industria del cerdo?
–No se cuenta con datos precisos, pero sí se tiene conocimiento que la pandemia ha producido un impacto negativo en todo el sector porcino. En principio, el hecho que desde el inicio de la pandemia se haya denominado a la enfermedad como "gripe porcina" fue disparador para que la comunidad interpretase erróneamente que el contagio se produciría a través del consumo de carne de cerdo. Progresivamente se fue reemplazando el término por la denominación de influenza A H1N1 pero la percepción del consumidor aún permanece. El virus no se transmite a través del consumo de carne. Tal como lo declararon el 2 de mayo de 2009 la Organización para la Agricultura y la Alimentación de los Naciones Unidas (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial del Comercio (OMC).
"A la luz de la propagación de la gripe A (H1N1) y del aumento de las preocupaciones respecto de la posible presencia del virus en los cerdos y por la seguridad sanitaria de los cerdos y de los productos a base de cerdo, insistimos que el cerdo y los productos del cerdo, manejados de acuerdo con las buenas prácticas de higiene recomendadas por la OMS, FAO, Comisión del Codex Alimentarius y la OIE, no serán una fuente de infección.
Hasta la fecha no hay evidencia que el virus sea transmitido por los alimentos. No hay actualmente por lo tanto justificación en el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE para la imposición de medidas comerciales a importación de cerdos o de sus productos", precisaron las organizaciones mundiales. Más información en http://www.oie.int/esp/press/es_090503.htm )
–¿Qué medidas se están tomando en los países de la región?, por ejemplo Brasil.
No se pueden dar precisiones sobre las medidas que están tomando otros países. En términos generales los países miembros de la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE) adhieren a las recomendaciones impartidas por dicho Organismo internacional. Estas últimas se centran en reforzar las medidas de bioseguridad e incrementar la vigilancia epidemiológica a fin de detectar precozmente la aparición de cuadros clínicos compatibles. Por otro lado, la OIE considera a este virus como una "enfermedad emergente" instando a los países a realizar la notificación inmediata de su confirmación.