La influencia de los precios de las materias primas para alimentación en los márgenes de los ganaderos, la debilidad de los productores en la cadena de valor y el importante peso de los costes sobre competitividad del modelo europeo de producción en un mercado globalizado constituyen los principales problemas con los que debe enfrentarse el sector porcino, según el análisis realizado en el marco de una jornada sobre el sector de la carne de porcino hacia el año 2020 , desarrollada en Bruselas y en la que se marcaron pautas muy definidas para ese tránsito.
La directora general del Ministerio de Medio Rural, Margarita Arboix, encabezó la delegación española en la que había participación de la asociación Anprogapor que cuenta con fuerte representación sectorial en las comarca de Deza y Tabeirós.
La directora general destacó cuatro objetivos principales que debe perseguir la futura Política Agraria Común en este sector: «El equilibrio ante la volatilidad excesiva de los precios, la garantía de la competitividad, la mejora del equilibrio de la cadena de valor y el apoyo a los productores porcinos en el cumplimiento de los compromisos medioambientales».
Gestión y organización
Margarita Arboix subrayó que para poder conseguir estos fines es necesario mantener los actuales mecanismos de gestión de mercados y perfeccionarlos para hacer frente a situaciones excepcionales de crisis de mercado.
También se destacó en la jornada sectorial la importancia que tiene el reconocimiento de las organizaciones de productores del sector, como elemento fundamental en el futuro sectorial a través del redimensionamiento de la oferta y para avanzar en el necesario equilibrio en la distribución de la cadena de valor.
Las jornadas sirvieron también para que el Ministerio defendiese el reconocimiento de las interprofesionales en la nueva Política Agrícola Común «como base para el equilibrio de las fuerzas de la cadena y para abordar acciones muy necesarias en el marco de la promoción y la adecuación de la oferta y las demandas de los consumidores», entre otras acciones.
Estudios de impacto rigurosos
En relación a cuestiones de competitividad, desde el Ministerio se incidió en la necesidad de que las normas aplicables a la producción estén basadas en estudios científicos y en la realización de análisis de impacto económico social y medioambiental de la normativa europea.
Un aspecto más reclamado en as jornadas es que en el marco de la reforma de la PAC se concedan apoyos a los productores de porcino con el fin de retribuirles por sus compromisos en la protección del medio ambiente, algo que ya vienen reclamando otros sectores como el de ganadería de leche y carne.