La consejera de Agricultura apuesta en la feria agroganadera de Pozoblanco por un cambio en el etiquetado del producto
La Feria Agroganadera y Agroalimentaria del Valle de Los Pedroches, que se celebra en Pozoblanco hasta mañana, tuvo ayer como protagonista al sector del ibérico a través de unas jornadas técnicas dedicadas a las mejoras agroalimentarias en el sector. En concreto, la sesión puso de manifiesto la necesidad de poner en valor el régimen extensivo y tradicional en la producción del ibérico. Así, los expertos coincidieron en apuntar que se defiende este régimen por la calidad del producto resultante y por la conservación del ecosistema de la dehesa. Los ponentes de la mesa redonda insistieron también en la necesidad de "definir y etiquetar correctamente" el jamón ibérico puro de bellota para conservar la raza que estuvo a punto de extinguirse en 1985 por la peste porcina.
Como medida, los ponentes apuntaron que el ganadero de régimen extensivo "debe tener un mayor control de sus explotaciones tanto en los costes de producción como en la adopción de buenas prácticas para controlar y prevenir posibles enfermedades". A las jornadas técnicas asistió también la consejera de Agricultura en funciones, Clara Aguilera, quien mostró su inquietud por cambiar la actual norma del ibérico, tanto en la denominación como en el etiquetado para evitar confusiones en el consumidor y que "no crea que ha comprado un ibérico porque en la etiqueta aparezca una bellota y una dehesa", matizó la consejera. Aguilera también apuntó los criterios que desde la Junta van a defender para la modificación, como el conservar dentro de la norma sólo a la ganadería extensiva, hacer una simplificación de las razas y que la alimentación quede definida en el etiquetado.
La industria y los mercados también fueron aspectos tratados en las jornadas técnicas de la feria agroganadera. Los ponentes insistieron en "la necesidad de corregir el hasta ahora mal llamado ibérico, que era en sí un cerdo cruzado". La última de las jornadas se dedicó a la rentabilidad que para la restauración y la hostelería tienen los productos ecológicos mediante la creación de una nueva línea de negocio que haga frente a los recortes producidos por la crisis.
En el apartado de concursos, el de ganado Limusín tuvo como ganador a un ejemplar de la ganadería de Francisco Romero Iglesias y como ganadora un ejemplar de la ganadería Hermanos Muñoz Carrasco. En el concurso de vacuno Charolés participaron 13 animales y ganó Carbayón, de la ganadería García Alfayate. Por su parte, en el concurso de caprino de la raza Florida se presentaron unos 70 animales y obtuvo el premio especial a la Mejor Ganadería la de Antonio Ruiz Orejuela, que también consiguió otros premios en el certamen.