El coste del canal de porcino ha alcanzado el máximo de la última década por la demanda del gigante oriental, denuncian los industriales asturianos
OVIEDO, M. J. IGLESIAS El precio del canal de cerdo ha alcanzado los niveles máximos de los últimos diez años para los industriales asturianos, siguiendo la tendencia que impera en la mayoría de países europeos. El incremento se debe principalmente al elevado precio de los cereales y al aumento de las exportaciones de piezas de porcino hacia el mercado exterior, principalmente a países emergentes como China, lo que ha generado un incremento de la demanda que ha producido un aumento de tarifas considerable, según un estudio realizado por la Asociación de Investigación de Industrias Cárnicas (Asincar).
Uno de los ejemplos más significativos es el del tocino, uno de los ingredientes básicos para la elaboración de la morcilla asturiana, que ha pasado de 63 céntimos el kilo a 1,36 en el mes de enero y en la actualidad se vende a 1,08. A principios de año la papada llegó a estar a 1,33 euros, mientras que en las mismas fechas de 1011 se vendía a 88 céntimos. Los industriales han absorbido la subida de precios sin repercutirla en los productos. La panceta se encuentra actualmente respecto al precio medio de lonja, un 28,13% más alto que hace un año.
Los industriales lamentan que muchas de las piezas que utilizan habitualmente las industrias cárnicas de Asturias para la fabricación de sus productos han experimentando a lo largo del último año un incremento de precios que supera el cien por cien.
En 2011 las exportaciones de carne de cerdo supusieron un incremento de más del 20 por ciento frente a 2010 en países como Hong Kong y China, que se convirtieron en los principales destinos de las exportaciones, con un 30% de las exportaciones comunitarias de carne de cerdo, seguidos por Rusia, con un 27%.
Cesar García, presidente de Asincar, indicó que las industrias cárnicas asturianas «están haciendo un enorme esfuerzo adquiriendo la materia prima con la que fabrican a unos precios considerablemente más elevados que el año pasado» sin haber repercutido este coste en el precio de sus productos.
La realidad, según García, es que la subida de precios supone una pérdida de rentabilidad de las empresas y en la dura situación económica actual «es, sin duda, un lastre más para nuestras empresas, si tenemos en cuenta que esta situación se suma a los incrementos de precios de electricidad y gas y del transporte», indicó. Desde su creación en 1977 Asincar ha tenido como objeto representar, defender y promocionar los intereses económicos, sociales y profesionales del sector en Asturias. Treinta años después, este compromiso no sólo se ha conseguido, sino que además se ha ido ampliando y afianzando con el paso del tiempo. El soporte que las empresas del sector reciben de la asociación incide en la formación. La entidad cuenta con más de setenta empresas asociadas.