Una delegación de inspectores veterinarios rusos se encuentra estos días visitando diversas plantas productoras brasileñas tanto de vacuno como de porcino y aves. Las autoridades brasileñas esperan que esta visita ayude a levantar el veto impuesto por Rusia a buena parte de las empresas de los estados de Rio Grande do Sul, Paraná y Mato Grosso. Actualmente la mayoría de la carne brasileña exportada al mercado ruso proviene de Goias, Minas Gerais y Santa Catarina.
Poco a poco se ha ido abriendo el mercado ruso a nuevas plantas y así, en abril pasado dos mataderos de Paraná obtuvieron autorización para exportar a Rusia y más recientemente un matadero de caballos de Rio Grande do Sul también ha sido autorizado.
Los principales problemas para las autoridades rusas se encuentran en los mataderos de porcino pese a que otros países de la zona como Ucrania han dado su visto bueno a los productos rusos.