Hace unos días, la Comisión Europea cerró con Canadá un Acuerdo de Libre Económico, el cual todavía tiene que ser ratificado por el Consejo y el Parlamento de la UE y por el gobierno canadiense. Algunos apuntan a que dicha ratificación podría durar todavía bastantes meses.
El acuerdo garantiza el acceso libre a los productos porcinos transformados, permitiendo la importación de 83.000 tn anuales de carne de cerdo, sin ningún tipo de reciprocidad para los exportadores de cerdo de la UE, a los que se les ha suprimido las restituciones.
Al cerdo canadiense no se le exige que cumpla las normas que se tienen que cumplir en la UE, con lo que los costes de producción se sitúan en un 25% por debajo de los costes de la producción comunitaria. En consecuencia, un buen precio para un canadiense sería 1,25 €/canal, el cual sería bajo para un ganadero de la UE, por lo que éste no podría competir con el canadiense.
Los partidarios del Acuerdo defienden que las cantidades de cerdo canadiense a las que se les daría acceso son ínfimas en comparación a la producción comunitaria total por lo que no entienden la alarma del sector. El Mercado Porcino Bretón, por el contrario, cree que el precio al que entre el jamón canadiense se va a convertir en una referencia en la UE, generando presión a la baja. Además, este acuerdo ha sido un ensayo de cara a mantener un proceso similar con el Acuerdo de Libre Comercio UE-EEUU que se tiene que negociar.
Además, el MPB insiste en que todas las contrapartidas negativas señaladas no conllevan ninguna contrapartida positiva para el sector porcino comunitario.