El sistema de la agricultura en Las Tunas ha puesto en marcha varias medidas encaminadas a reanimar la crianza de cerdos, afectada desde el pasado año, fundamentalmente por la escasez de piensos, y hoy con un déficit de unas 700 toneladas de carne respecto al plan previsto para la primera etapa de 2014.
Para revertir la situación, los agrarios tuneros han intensificado la producción de maíz seco y su venta al Estado, a tal punto que ya entregaron más de 550 toneladas del grano por encima de sus compromisos con la Empresa Porcina local, según informó la delegación del Ministerio de la Agricultura (Minag), en esta ciudad.
De acuerdo con la información, en los ocho municipios tuneros continúan creándose condiciones con el fin de incrementar la disponibilidad de dicho cereal y asegurar así la materia prima básica para la elaboración de alimento animal en el propio territorio, lo que a su vez contribuirá a disminuir importaciones de piensos y otros insumos, muy deficitarios y costosos en el mercado exterior.
Al mismo tiempo, las direcciones nacionales del Minag y el Grupo Empresarial Porcino están incrementando la entrega a esta provincia de maíz, soya, afrecho y miel derivada de la caña azucarera, producto este último con el cual no se ha contado en los últimos años.
Ese respaldo permitirá a la porcicultura estatal pagar unas dos mil toneladas de comida que debe a numerosos productores, con quienes tiene suscritos convenios mutuamente ventajosos para la crianza de cerdos.
También esa empresa agropecuaria obtuvo un crédito bancario por alrededor de 10 millones de pesos cubanos (CUP), y parte de ese dinero se destinará al pago de deudas contraídas en la compra de animales a particulares y bases productivas.
Se espera que estas y otras medidas en marcha o por adoptar contribuyan al rescate de criadores que, defraudados por el incumplimiento de los compromisos hechos por la parte empresarial, decidieron cancelar sus respectivos convenios.
Igualmente, se considera que, como resultado de las nuevas circunstancias, será posible dejar atrás los atrasos y cumplir el plan anual de entrega de carne a la industria, ascendente a seis mil 900 toneladas.
Si se logra ese propósito, habrá mayor estabilidad en el abastecimiento de productos cárnicos al consumo social y a la población, tanto mediante la canasta básica familiar como a través del mercado de libre oferta y demanda, deprimido en comparación con la oferta del pasado año, de por sí también baja.
Como es lógico, la actual situación determina que los precios de la carne sean mucho más altos que el poder adquisitivo de la mayoría de los ciudadanos, lo cual solo puede revertirse con el incremento de la producción internamente, pues hoy, a causa de la carestía de los alimentos en el mercado internacional y el genocida bloqueo de los Estados Unidos, Cuba debe pagar tres mil 250 dólares por cada tonelada que importe de pierna de cerdo con hueso