En una entrevista exclusiva con Infopork, el economista Carlos Seggiaro compartió su perspectiva sobre el impacto de las políticas comerciales implementadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, y sus consecuencias para el comercio internacional, con especial énfasis en la industria porcina argentina.
Seggiaro destacó que estamos ante un «cambio de época» en términos de comercio global, dado que, tras décadas de apertura económica y reducción de aranceles impulsada por acuerdos internacionales como el GATT y la Organización Mundial del Comercio (OMC), hoy la administración de Trump busca revertir estos procesos. «Estados Unidos está impulsando un proteccionismo creciente, lo cual ha generado reacciones, como la respuesta de China, que impuso un arancel del 15% a la carne porcina estadounidense, tras la decisión de Trump de aumentar los aranceles a las importaciones chinas en un 20%», señaló el economista.
Según Seggiaro, este tipo de medidas proteccionistas y las tensiones comerciales internacionales pueden tener consecuencias inesperadas para mercados como el argentino. A pesar de que la producción porcina de Argentina podría ser vista como una alternativa ante el conflicto entre Estados Unidos y China, por ejemplo para China, el economista advirtió que el alineamiento de Argentina con la política estadounidense que esta impulsando visiblemente el presidente argentino Milei podría traer represalias económicas por parte de otros actores globales. «Si China tiene un conflicto con Estados Unidos, es probable que, como respuesta, no elijan a Argentina si está alineado a EEUU, sino a Brasil, que podría ser un competidor más atractivo», explicó.
La falta de competitividad del dólar
Además, Seggiaro resaltó otro factor clave: el fortalecimiento del dólar. «La política estadounidense está impulsando un dólar más fuerte, lo que históricamente tiende a reducir los precios de los commodities», dijo. Este fortalecimiento de la moneda estadounidense podría tener efectos negativos sobre los precios internacionales de productos agrícolas y cárnicos, afectando directamente la competitividad de los productores argentinos.
Teniendo en cuenta que Brasil es un país que siempre entra en la ecuación comercial con Argentina, la situación no es sencilla, ya que la devaluación de la moneda brasileña también está jugando un papel importante en este contexto. «Brasil devaluó su moneda un 25% el año pasado, lo que hace que sus productos sean más competitivos frente a los de Argentina, cuyo tipo de cambio sigue retrasado», advirtió.
Esto se ha convertido en una preocupación creciente para los productores porcinos argentinos, que ven cómo su competitividad en el mercado internacional se ve afectada por la política cambiaria interna y la devaluación de su principal competidor regional. (Ver en esta edición: “Argentina: alerta en el sector porcino por el aumento de las importaciones”.
Retenciones: Qué impacto tiene en la producción porcina?
Desde hace años la mesa de enlace sostiene un firme pedido de eliminación de las retenciones, al que se han sumado múltiples voces de distintos sectores productivos de la agroindustria nacional. Pero, la eliminación de este impuesto no causa el mismo efecto en todas las actividades agropecuarias que se derarrollan en el territorio nacional. Al respecto, Seggiaro expresó su preocupación por la posibilidad de que el gobierno argentino decida eliminar las retenciones a las exportaciones de productos como la soja. «En algún momento, podría existir presión para eliminar las retenciones, pero si esto llegara a suceder, podría no ser una buena noticia para los productores porcinos, específicamente», comentó.
El economista explicó que, si bien la eliminación de las retenciones podría parecer una ventaja para algunos sectores, en el caso de la producción porcina, podría generar un efecto no deseado: «Una reducción de las retenciones a las exportaciones en el sector porcino podría desencadenar un aumento en los precios internos del cerdo, lo que afectaría negativamente tanto a los productores como a los consumidores locales», afirmó Seggiaro. Este escenario podría resultar perjudicial, ya que elevar los precios internos podría poner en desventaja a los productores argentinos frente a competidores extranjeros que no enfrenten una presión similar sobre sus precios.
En este sentido, Seggiaro opinó que los productores deberían estar atentos a las decisiones del gobierno y ser cautelosos frente a los posibles cambios en la política fiscal. Aunque no cree que la eliminación de las retenciones se produzca en el corto plazo, señaló que si llegara a implementarse, sería importante evaluar cuidadosamente las consecuencias. «En un contexto donde la competitividad de Argentina ya está afectada por el tipo de cambio y la política comercial internacional, una modificación en las retenciones podría terminar empeorando la situación para los productores porcinos», concluyó el economista.
Frente a este escenario, Seggiaro recomendó a los productores porcinos que se mantengan con liquidez y cautelosos en sus decisiones. «Es fundamental que los productores miren los próximos meses con mucha cautela y no tomar decisiones muy audaces hasta ver como se desempeña la situación», afirmó. Además, subrayó la importancia de ser conscientes de los riesgos derivados de una mayor conflictividad comercial global, que podría traer consecuencias impredecibles para la industria.