Expertos participantes en la jornada. De izquierda a derecha: Dr. Josep Gasa Gasó (moderador-UAB), Dr. Antonio Velarde (Bienestar-IRTA), Dr. David Torrallardona (Nutrición-IRTA), Dr. Joaquim Segalés (Sanidad-IRTA/CReSA).
Autores: Alice Epaminondas de Fontes
Unidad de Comunicación del CReSA
Ivan Díaz Luque
Investigador CReSA
Cumpliendo con uno de los pilares del CReSA, la difusión de los conocimientos y avances científicos, se organizaron a principios de noviembre de 2014 dos jornadas técnicas sobre la investigación en salud, nutrición y bienestar animal que se realiza en el ámbito porcino y avícola en Cataluña (Comunidad Autónoma de España). Dicha actividad está integrada en el Plan Anual de Transferencia Tecnológica (PATT), en la cual nuestro centro participa desde 2010.
El PATT es un programa de actuaciones elaborado por el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural (DAAM) y engloba un conjunto de actuaciones orientadas a la investigación y divulgación de los resultados de hasta 40 sectores económicos del ámbito agrario y alimentario catalán.
La finalidad de las jornadas fue además de dar a conocer los avances científicos en el sector de las aves de producción y el porcino, discutir sobre la interrelación que se establece entre los conceptos nutrición, salud y bienestar animal.
Para ello, seis expertos de distintos ámbitos fueron invitados. En el ámbito porcino, el Dr. David Torrallardona Llobera, investigador del IRTA en el subprograma de Nutrición de Monogástricos, reflexionó sobre la importancia de la salud intestinal en equilibrio, el Dr. Antonio Velarde Calvo, director del subprograma de Bienestar animal en el IRTA, habló sobre la guía Welfare Quality y el Dr. Joaquim Segalés i Coma, director del CReSA, respondió a la cuestión “¿Qué se está haciendo y quién lo está haciendo?” en relación a la investigación en sanidad porcina.
Bienestar: Las cinco libertades básicas para el bienestar animal.
¿Qué se entiende por bienestar animal?
Brambell (1965) definió el bienestar animal a partir de cinco libertades fundamentales del animal, las mismas en las que se ha basado el Farm Animal Welfare Council (1992). Esta definición sostiene que a los animales les corresponde, en primer lugar, ser libres de hambre y/o sed; en segundo lugar, que no se les infrinja dolor; en tercer lugar, estar libres de heridas y/o enfermedades; en cuarto lugar, ser libres para expresar su comportamiento animal; y, por último, estar libres de miedo y estrés.
Retos del bienestar animal
El Dr. Antonio Velarde señaló la dificultad en la creación de una legislación en el ámbito porcino que pueda ser incorporada por todos los productores de porcino, independientemente de los distintos tipos de cadenas de producción. De ahí la importancia de encontrar e integrar una guía más objetiva en la cadena de producción: La guía Welfare Quality. Dicha guía considera el bienestar animal de manera multifactorial y tiene por finalidad desarrollar un sistema de evaluación, válido científicamente, con estrategias de mejora.
Más de 40 instituciones, de 17 países distintos (13 europeos y 4 de América Latina), están involucrados este proyecto europeo. La Welfare Quality tiene por finalidad integrar el bienestar animal en la cadena de producción. Esta guía prevé una evaluación según 12 criterios y usa medidas que se realizan sobre los recursos y el manejo, tales como aquellas basadas en el ambiente dónde se encuentran los animales (densidad, alimentación, temperatura, etc.), en su manejo (higiene, criterios de eutanasia, manejo de animales enfermos, etc.) y en aquellas basadas propiamente en el animal (considerando su comportamiento y condición corporal, la existencia o ausencia de heridas, estereotipias, caudofagia, etc.).
Mediante estas medidas se realiza una evaluación de los medios de calidad de vida, éstas servirán para diagnosticar causas de falta bienestar y advertir al productor como mejorar dicho bienestar. El Dr. Velarde afirmó que el proceso de elección de las medidas es fundamental, puesto que deben cubrir todos los criterios del bienestar animal y a su vez ser medidas válidas, repetibles (diferentes observadores deben evaluar lo mismo) y prácticas. Por otro lado, señaló también la importancia de los protocolos en la Welfare Quality que permitan identificar problemas, evaluar efectos de estrategias de mejora y certificar la cadena de producción. Estos deben ser estandarizados y definidos según el ámbito, la descripción del método, el tamaño de la muestra y estrategia de muestreo, deben permitir la definición de clasificaciones.
El Dr. Velarde afirmó que para lograr incorporar esta guía en la cadena de producción, los productores deben entender que la Welfare Quality es una oportunidad de negocio, y que no debe ser vista como una obligación. Defendió que el bienestar animal gana cada vez más importancia para los consumidores y, actualmente, la calidad de la comida ya no está determinada únicamente por la naturaleza y seguridad global del producto final, sino que también requiere un estatus de bienestar de los animales que son consumidos.
La importancia de las dietas. Nutrición y salud intestinal
Según el Dr. David Torrallardona, si el tracto gastrointestinal de los cerdos está en equilibrio, la función digestiva, la microbiota (cuya principal función es fermentar los carbohidratos) y la función de barrera podrán ejercer su actividad de manera precisa.
Destacó que es fundamental maximizar la salud intestinal, sobre todo durante las semanas posteriores al destete. En este sentido, hizo especial hincapié en el hecho que la microflora tiene un papel destacable dentro de las funciones del tracto gastrointestinal y que “hay factores ambientales y cambios que provocan un impacto importante en ella”. Una composición deseable de la microflora intestinal permitirá, entre otros factores, reducir patógenos como la Salmonella o el Clostridium.
Dieta “gut friendly”
El Dr. Torrallardona, insistió en que la integración de una dieta sana para la flora intestinal (“gut friendy”) proporciona una optimización en el crecimiento, función y salud del tracto digestivo.
Algunos de los componentes característicos de este tipo de dieta citados por el Dr. Torrallardona pasan por la integración de nutrientes específicos para el desarrollo de la mucosa intestinal y la inmunidad (para el equilibrio de la función de barrera); por el control de los niveles de proteínas no-digestibles, así como los de fibra insoluble y soluble. Se aconseja también la administración de proteínas y péptidos funcionales, seguir dietas palatables, una alimentación fermentada y el uso de piensos procesados, la complementación de la alimentación con micronutrientes (tanto minerales, como vitaminas), los cuales permitirán un refuerzo a la función inmunitaria y finalmente la utilización de aditivos (enzimas, probióticos, ácidos orgánicos, etc.) para mantener el equilibrio entre las diferentes funciones del tracto digestivo.
Investigación en sanidad animal. ¿Qué tipo de investigación en sanidad animal se realiza en el CReSA)?
El Dr. Joaquim Segalés habló sobre la creación del CReSA en 1999, un proceso impulsado por el IRTA y la UAB. Por otro lado, hizo un resumen sobre qué tipo de investigaciones se pueden realizar en este Centro gracias a sus instalaciones únicas (un edificio tecnológicamente avanzado, con una unidad de biocontención de nivel 3 de bioseguridad, animalario y laboratorios, dónde las actividades se realizan con una garantía de calidad (BPL, BPC, ISO 17025) y según sus subprogramas de investigación: Epidemiologia veterinaria y análisis de riesgo; Enfermedades endémicas; y Enfermedades exóticas.
También destacó la actividad que se lleva a cabo en el CReSA según la especie animal: 46% en porcino; 22% en aves; 16% en rumiantes; 8% en multiespecies y 8% en otras especies de animales.
Por último, señaló las dos patologías de gran interés sectorial que tienen un espacio privilegiado entre las investigaciones que se realizan en el CReSA: el Virus de la Diarrea Epidémica Porcina (conocido por sus siglas en inglés, PEDV), la “estrella mediática” del momento debido a su difusión tanto en Norteamérica como en Europa, y el Virus del Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino (PRRSV), un virus que lleva 30 años en la población porcina y que sigue siendo una de las principales preocupaciones sanitarias de la producción porcina mundial.