Argentina – CFK apuesta a los cerdos

Foto del autor

By Redacción Infopork

Cristina aseguró que es “absurdo exportar maíz e importar carne de cerdo”: una misión imposible con la actual distorsión de precios relativos
“No puede ser que exportemos maíz e importemos carne de cerdo: es absurdo”. Así lo indicó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante el discurso ofrecido en el Congreso para dar inicio formal al período legislativo 2015.
“Es importante que los pequeños productores dediquen parte del maíz a (la producción de) los cerdos porque tenemos que llegar a 2018 con el autoabastecimiento de carne porcina, que es la carne que más se va a consumir en el futuro”, aseguró la presidenta.
En la última década –por efecto de los derechos de exportación y las restricciones oficiales a la exportación– el precio interno del maíz en el mercado argentino fue sustancialmente inferior al presente en otras naciones sudamericanas productoras del cereal (el precio del maíz disponible con entrega en terminales de la zona de influencia de Rosario se encuentra en 950 $/tonelada, cuando, en condiciones normales, no debería ser inferior a 1400 $/tonelada).
Sin embargo, a pesar de semejante ventaja, la Argentina no sólo no logró desarrollar una sólida industria cárnica porcina, sino que ni siquiera consiguió autoabastecerse del producto.
La contrapartida de la paradoja argentina es Brasil, una nación que, con un precio “lleno” del maíz, es uno de los principales exportadores mundiales de carne porcina.
La receta brasileña para lograr eso es muy sencilla: no interferir el mercado interno para que cada tipo diferente de carne logre su adecuado precio relativo.
Veamos un ejemplo: en el supermercado paulista Pão de Açúcar es posible comprar lomo de cerdo a 18,3 R$/kg, mientras que la “picanha” bovina tiene un precio de 86,8 R$/kg. Son sólo dos ejemplos. Pero el factor común es que la carne vacuna es mucho más cara que la porcina (fenómeno que se explica, en otras variables, por el hecho de tener un costo de producción bastante superior).
En la historia argentina en general y en la última década en particular se implementaron varios mecanismos formales e informales para “pisotear” el precio interno de la carne bovina. Por eso es posible, por ejemplo, encontrar en locales porteños de la cadena de supermercados Cotocarré de cerdo sin hueso a 103,6 $/kg y bife de chorizo bovino a 97,9 $/kg.
El abaratamiento artificial –por instrumentos políticos– del precio interno de la carne bovina termina convirtiéndose en una competencia desleal para la carne porcina (y también aviar), de manera tal que el sector no logra así desarrollar una demanda local sólida del producto (primer requisito para consolidarse como una industria agroexportadora sustentable).
En 2014, según los últimos datos oficiales publicados por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento, Brasil exportó 490.641 toneladas de productos cárnicos porcinos por un valor total de 1548 millones de dólares. Los principales compradores del producto son Rusia, Hong Kong, Singapur, Angola, Uruguay y Argentina

Deja un comentario