Es posible mantener los buenos rendimientos de las granjas de cerdas incluso en momentos de elevadas temperaturas. Basta con aplicar determinadas prácticas de manejo para que los animales aguanten en condiciones óptimas todo el verano.
PIC recomienda:
– Permitir a las hembras un acceso completo al agua en cada sección de la explotación (cubrición y control, maternidad).
– Aumentar la entrada de cerdas jóvenes durante los meses de verano, no masificando a las cerdas jóvenes ni bajando los criterios de selección.
– Alojar juntas a las cerdas de primer parto y a las más delgadas cuando se desteten.
– Alimentar a las cerdas destetadas dos veces/día, alimentándolas a demanda y si es posible, dándoles pienso de lactación hasta la cubrición.
– Considerar la posibilidad de sacrificar a las cerdas más viejas (del quinto parto en adelante) o las que tienen una condición corporal muy mala.
– Siempre que no afecte a los objetivos de parto, no cubrir a las cerdas que salen en celo antes del segundo día posdestete y del día 7 al 14 posdestete.
– Controlar celos dos veces al día en las cerdas destetadas, en las nulíparas y en el grupo de 21 días tras la cubrición. Se recomienda emezar a recelar a las cerdas destetadas el mismo día del destete y dejar a los verracos delante de la cerda destetada durante una hora después del control de celo o la cubrición.
– Control de celos de las cerdas vacías o que no están en ciclo una vez al día.
– Utilizar dos verracos durante la cubrición, el segundo verraco debe estar a 1,52 metros por detrás del primero para obtener una estimulación adicional después de la inseminación.
– Un verraco puede estimular a cuatro cerdas al mismo tiempo. No inseminar a más de cuatro cerdas cada vez.
– Evitar que las cerdas engorden demasiado en gestación.
– Alojar en la misma sala o zona a las nulíparas en la maternidad, proporcionando a las nulíparas una atención especial durante y después del parto.
– Estar preparado para asistir a más cerdas durante el parto que en los meses más fríos.
– Maximizar el consumo de pienso en lactación, con una alimentación completa desde el día 2-3 después del parto.
– Identificación temprana de las cerdas que están comiendo poco, midiendo la temperatura de las cerdas después del parto y tratando a aquéllas que tengan una temperatura igual o superior a 39,4 ºC.
– Se puede humedecer el pienso para maximizar el consumo, pero esta práctica tiene que aplicarse de forma adecuada.
– La temperatura ideal de las maternidades debe ser de 18,3 ºC siete días después del parto, controlando la sala para maximizar el confort de las cerdas.
– Conviene destetar pronto a aquellas cerdas jóvenes que empiecen a perder demasiado peso en la maternidad.
– Realizar el mantenimiento de todos los componentes de ventilación, para conseguir un movimiento de aire adecuado y eficiente: limpiar los ventiladores, las lamas y las entradas de aire semanalmente y comprobar las correas de los ventiladores cada semana.