El presidente del American Meat Institute, J. Patrick Boyle, ha hecho llegar una carta al secretario de Agricultura de EE.UU., Tom Vilsack, en la que le advierte los problemas que podría ocasionar en la inspección veterinaria oficial que se realiza en los mataderos e industrias cárnicas el recorte de hasta 85.000 millones de dólares previsto por la administración estadounidense a partir del próximo 1 de mayo.
Según Boyle, la ausencia de los inspectores será muy perjudicial para la industria cárnica ya que la producción podría verse suspendida por unas dos semanas, según adelantó un informe publicado por el USDA. La suspensión dejaría sin inspectores a más de 6.000 establecimientos de este tipo y conllevaría unas pérdidas estimadas en 10.000 millones de dólares, conllevando un incremento de los precios finales.
Los problemas en la inspección también afectarían a los controles que se realizan sobre los alimentos importados.
El presidente de AMI ha recordado a Vilsack que es una obligación del gobierno estadounidense prestar el servicio de inspección para garantizar la seguridad alimentaria.