A la hora de plantear un sistema de producción porcino es indispensable realizar un análisis detallado de los gastos en relación a la cantidad de animales, el espacio y la alimentación necesaria para realizar la ganancia de kilos.
En el marco de la jornada porcina realizada el último jueves en el INTA Pergamino, los organizadores incorporaron a la discusión la cuestión económica a través de la presencia de Sergio Drab, veterinario de la Facultad de Ciencias Veterinarias, de la Universidad Nacional de Rosario.
Drab es, además, productor porcino con lo cual los datos aportados surgen básicamente de la experiencia con la que cuenta.
Los aportes del especialista permitieron una comparación entre los sistemas productivos que hoy coexisten en nuestro país: el sistema a campo y los sistemas intensivos con gran volumen de producción. “Tienen niveles de inversión distintos. Los intensivos rondan los 4.000 a 5.000 dólares por madre instalada, lo cual los hace muy eficientes pero limitantes para el productor PYME. Los otros, están más expuestos al medio ambiente, con lo cual son niveles de producción son un poco menores pero logrables para el productor y terminan dándole rentabilidad”.
-¿Qué otros datos trascendentes surgen de la comparación?
-Dos grandes puntos: los sistemas confinados total, muestran como principal limitante la inversión inicial. El kilo de carne puede costar menos producirlo en ese sistema pero el nivel de rentabilidad es menor.
En calidad de carnes, entran a jugar no sólo el porcentaje de magro, que está siendo cada vez mejor visto a nivel mundial, allí se hace fuerte el sistema a campo, pero no quita que un sistema intensivo con buena genética y buenos planes de alimentación también lo pueda lograr. Pero en términos generales hoy los sistemas a campo representan los de mayor calidad.
-¿En qué contexto se da toda esta situación?
-Para el cerdo en general más allá del sistema, quizás tenemos el mejor momento y se vendría el mejor momento histórico por el limitante de la producción de carne en otros países.
El problema de nuestros productores es la falta de previsibilidad. En los últimos 3 años pasamos de precios de 3,80 a 7,50 a 6,00 y en este momento si logra vender, lo hace a 4,80; 5 pesos el kilo. Debemos juntarnos Estado, productores, miembros de la cadena para intentar estabilizarlo, sino se hace imposible pensar en la suplantación de 6 a 7 kilos de carne bovina a la porcina.