Mientras no se pruebe lo contrario, los criaderos de cerdos no son responsables de la epidemia de gripe porcina que se originó en México, aseguró este martes el director general de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), Bernard Vallat, en declaraciones a la AFP.
Vallat explicó que la gripe ha sido originada por una mezcla creada por diferentes virus, de origen porcino, aviar y humano. "Se pudo reconstituir el origen de esas diferentes familias de virus: la cepa aviar es de origen americana. De las dos cepas porcinas, una sería americana y la otra sería asiática, mientras la cepa humana es americana", precisó.
Según el director de la OIE, al parecer, la combinación se produjo en el continente americano y no se tiene pruebas de que este virus que se transmite actualmente entre seres humanos, tenga realmente un origen animal conocido. "No hay ningún elemento al respecto", afirmó. Vallat recordó que en México, los casos aparecieron en la ciudad y no corresponden a contactos entre animales y seres humanos.
"Se trata por el momento de una epidemia humana", puntualizó. Como "las primeras declaraciones sobre esta enfermedad que brotó en México establecieron que se trataba de una epidemia porcina, estamos en discusión con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ver cuál sería la denominación más apropiada", agregó.
Vallat se refirió a la situación del comercio internacional de cerdos y consideró que sería "verdaderamente injusto penalizar a los productores de cerdos y los agricultores que dependen de su producción para vivir.
"Según las normas vigentes en el comercio internacional, este episodio no requiere una prohibición de las importaciones. Pero cada país importador tiene el derecho de hacer un estudio en los países exportadores para saber lo que ocurre", señaló.
El director de la OIE subrayó asimismo la necesidad de que el comercio mundial se animales se efectúe en toda transparencia en lo que se refiere a la situación sanitaria. Refiriéndose a la existencia de criaderos industriales, Bernard Vallat señaló que no era necesariamente un factor de riesgo suplementario sino un factor como cualquier otro.
Incluso cuando están situados en las inmediaciones de las grandes ciudades: "Cuando se trata de criaderos industriales, el control de los virus o de las bacterias e mucho más fácil de efectuar que cuando se trata de cerdos criados por aquí o por allá por las familias y repartidos en todo el territorio", insistió.