El desplome del sector ibérico hundiría el campo extremeño.
El presidente de la Asociación de Productores de Cerdo Ibérico de Extremadura, Javier Solano, ha calificado de catástrofe absoluta la situación que está atravesando este sector en la región, con una estimación de 300 millones de euros de pérdidas en el último año, unos 50.000 empleos destruidos entre directos e indirectos, más otros 25.000 puestos de trabajo que podrían perderse en los próximos meses si se reduce la producción a la mitad ante la grave crisis que afecta al ibérico, un sector clave de la economía regional, ya que si el porcino se va a pique, asegura Solano, se hunde el campo extremeño.
Solano ha hechos estas declaraciones a Extremadura 24 horas, y lejos de ser alarmistas retratan una realidad imperante, con muchos productores al borde de la ruina. Así, afirma que si la ganadería en general se ha visto estrangulada por culpa de la subida de los piensos, los bajos precios de venta de los animales que no cubren los costes de producción, el excedente de cabaña ganadera porque los industriales se han quedado sin liquidez para adquirir animales o las propias restricciones del consumo, el ibérico sufre aún más esas consecuencias, teniendo en cuenta que éste aporta casi el 50 por ciento del Producto Interior Bruto ganadero en Extremadura. De esta forma, este responsable subraya que el peso específico del cerdo ibérico en la región es mucho más importante que en cualquier otra comunidad española, incluso más que en Andalucía o en Cataluña, considerada ésta última la mayor productora de cerdo blanco de Europa. Cuando en Extremadura no funciona el cerdo ibérico, Extremadura se muere, no funciona el campo, y Extremadura es el campo, asevera con rotundidad Solano.
BÚSQUEDA DE SOLUCIONES
La Asociación de Productores de Cerdo Ibérico ha mantenido ya varios encuentros con responsables de la Junta de Extremadura para buscar una salida a esta crisis, que dura más de 18 meses, desde que antes del verano de 2007 comenzara con el hundimiento de los precios. Una de las primeras medidas será conocer los datos de producción de cerdos ibérico en toda España para ajustar la producción extremeña a las necesidades del mercado, aunque, en todo caso, las previsiones apuntan a reducir a la mitad las cabañas para evitar más pérdidas. Otra demanda urgente es obtener una mayor flexibilidad para conseguir préstamos de las entidades financieras, con los que poder mantener estas explotaciones porcinas de ibérico, unas 13.000 en toda la región, con un mínimo de censo ganadero para poder producir pocos animales, pero de una calidad excelente, sacrificarlos y transformarlos los propios ganaderos para que el valor añadido que se saque de esos derivados, de jamones, lomos y embutidos curados, se quede en Extremadura. Ésta es la fórmula para poder sobrevivir en los años complicados que se avecinan, según Solano.
Así, si un ganadero producía 600 cerdos ibéricos al año, pone como ejemplo Solano, y perdía 100 euros por animal en esa explotación, si ahora sacrifica 100 ó 150 de buena calidad y los transforma él mismo en vez de malvender el animal vivo, por debajo de los costos, a un intermediario, obtendría beneficios. Cuanto más se produzca, más pérdidas habrá, pero si se reduce la producción se eliminará el excedente que hay en el mercado y el sector saldrá ganando. El objetivo es que el ganadero extremeño de cerdo ibérico transforme y comercialice sus productos en la calle él mismo porque así se conseguirá impulsar esta industria en el futuro.
CERDOS EXTREMEÑOS SACRIFICADOS Y CURADOS EN GUIJUELO
Solano es consciente de que Extremadura no cuenta con una infraestructura suficiente para sacrificar y transformar estos animales, por eso desde su asociación han propuesto una solución que está funcionando bien, además de facilitar líneas de financiación con diversas entidades bancarias. Pocos meses atrás ya se hizo este llamamiento a todos los ganaderos extremeños a comercializar sus propios cerdos para hacer frente a la crisis y la mayoría de sus 1.500 asociados del Cerdo Ibérico llevan un tiempo sacrificando sus propios animales para evitar malvenderlos a intermediarios, con pérdidas de hasta un 30 por ciento del coste de producción. Para ello este colectivo ha firmado acuerdos con diversos colaboradores que permiten contar con la infraestructura necesaria para transformar sus propios cerdos y comercializar sus productos, jamones, paletas, lomos, entre otros derivados, lo más directamente posible al consumidor final. Actualmente llevan ya sacrificados más de 10.000 cerdos y esperan superar los 50.000 tras la campaña de montanera. Participan en este proyecto tanto mataderos y secaderos de Salamanca como industrias locales que están permitiendo transformar los cerdos acogidos a la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura.
El proceso está garantizado con contratos y seguros adecuados, así como personal especializado que controla los procesos y la máxima calidad en el tratamiento de la carne. Para la financiación, la Asociación ha logrado una línea de avales negociada con SAECA, S.A. Estatal de Caución Agraria, y de préstamos a 37 meses con Caja de Extremadura. La propia Asociación está apoyando a la entidad bancaria en la tramitación de estos créditos.
Por último, Solano pide prudencia al sector y aconseja a quienes aguanten estos difíciles momentos que reduzcan sus producciones al mínimo, establecido éste en el que cada productor pueda soportar financieramente transformando su cerdo, y reitera que hay que evitar criarlo para vendérselo a una industria, que incluso en estos momentos seguro que ni siquiera tendrá dinero para pagar. De hecho, después de diez años de bonanza se detecta que en el campo hay cochinos de bellota que podrían quedarse sin vender. Por tanto, insiste en que la única salida para los productores pasa por llevar el animal a un matadero, transformarlo y comercializarlo.