Por este motivo, muchas empresas están desarrollándo dispositivos para poder realizar el anestesiado de los lechones de manera comercial.
El pasado año, el Grupo de Ciencias Animales de la Universidad de Wageningen (Holanda) comprobó qeu una mezcla de un 70% de CO2 y un 30% de O2, conducía a los lechones a la más completa inconsciencia. Los investigadores establecieron una serie de recomendaciones de cara a las empresas que pudieran desarrollar los dispositivos. Por un lado, había que determinar los márgenes de seguridad y la forma de operación del aparato que administrara los gases y por otro, que se tratara de un dispositivo que se pudiera usar en granja y fuera simple y seguro. Dos empresas holandesas, Schippers (Bladel) y NAM (Amsterdam) han sido capaces de cumplir con estas exigencias.