Los productores de cerdo, entre los que se encuentran JARC, Asaja, Urapac-UPA, Unió de Pagesos, FCAC, Aprogapor y Porcat han decidido que investigarán a las prácticas que según ellos están llevando a cabo los mataderos, pactando los precios con anterioridad a la lonja de Mercolleida. Por ello también han redactado un manifiesto común con el que pretenden dar a conocer la situación en la que se encuentran los productores de cerdo.
Las organizaciones denuncian que el sector porcino está pasando una crisis desde septiembre de 2007, por lo cual, según se puede leer en el manifiesto, las tentativas de los mataderos de bajar los precios representan “un duro golpe” para el sector. Además acusan a estas empresas de ejercer una posición de “fuerza” y de someter a los productores a una “verdadera dictadura”. Esta situación ha llevado a las organizaciones de productores a plantearse repetidas veces denunciar estas prácticas ante la Comisión Nacional de la Competencia, cosa que esta vez tienen firme intención de hacer.
Por este motivo los productores han pedido el apoyo del Departament d’Agricultura Alimentació i Acció Rural (DAR) que, según Joan Graells, responsable de Urapa-UPA, “han estado haciendo oídos sordos hasta el momento”.
La decisión de presentar el caso ante Competencia se ha tomado después de la sesión del pasado jueves en Mercolleida, ya que según los productores días antes de la sesión los mataderos ya presionaban a los ganaderos para bajar los precios 6 céntimos de euro. Al final se pactó un precio político, como marca el reglamento, a 1,24 euros el kilo, ya que no hubo consenso entre las partes.
Los productores arguyen que los mataderos solo ejercen esta presión a la baja , mientras las subidas siempre son paulatinas y rara vez de más de 3 céntimos.
Los mataderos justifican las presiones para bajar el precio del cerdo en que los mercados españoles ya se sitúan por encima de los competidores europeos, una reducción del consumo y la acumulación de género en las cámaras. Argumentos que los productores no aceptan ya que, según dicen, es normal que el precio en los mercados españoles sea más alto durante el verano ya que tiende a aumentar el consumo, tendencia que se invierte en octubre, además arguyen que el consumo no ha descendido, aunque es verdad que tampoco ha aumentado.
Según Rosend Saltiveri, responsable del sector d’Unió de Pagesos, los mataderos también habrían intentado ejercer presión con la importación de cerdos de Francia, donde el precio está más bajo, aunque las cantidades que se habrían importado son “insignificantes” y si tuvieran producto en cámara no “lo habrían traído”.
Por otro lado los productores reconocen que las últimas siete u ocho semanas han estado por encima de los costes, que se sitúan entre los 1,03 y 1,07 euros por kilo, después de meses de pérdidas, y que el precio de esta semana sigue aportando beneficios gracias a las bajadas en los precios de la alimentación, pero recuerdan que al final siempre terminan cobrando unos 3 céntimos por debajo del precio de Mercolleida.