El sector porcino canadiense atraviesa momentos difíciles y está a un paso del colapso, según han indicado sus responsables que piden ayudas por cerca de 500 millones de euros para poder sobrevivir.
Para Jurgen Preugschas, secretario general de la Canadian Pork Council, “nuestra industria está en un estado crítico y al borde del colapso. Las pérdidas se están sumando y la sostenibilidad de nuestra actividad está en peligro”. Los ganaderos han estado perdiendo dinero por la cría de animales en los últimos años desde que se disparó el precio de los piensos en 2007. Además la cotización del dólar canadiense mejoró, afectando fuertemente a un sector que exporta 2 de cada 3 animales.
A todo esto hay que sumar la ley de EE.UU. que obliga a informar sobre el origen de los productos dentro del etiquetado (conocida como COOL) y también los brotes de H1N1 han afectado seriamente. “Nuestros precios están colapsados y los productores están perdiendo entre 25 y 32 euros por animal”, señala Preugschas.
Según el secretario general de la Canadian Pork Council, los porcicultores canadienses necesitan ahora la ayuda del gobierno puesto que generan al año cerca de 4.360 millones de euros y dan empleo a 42.000 personas. Por tanto pide una ayuda de 500 millones de euros, 18,5 euros por animal, para evitar en parte la crisis.