La suspensión de las exportaciones de combustibles impuesta por el Gobierno dejó a Paraguay al borde del desabastecimiento y aún no logró frenar la escasez de naftas en el interior argentino.
El ministro de Economía paraguayo, César Barreto, fue categórico: "Paraguay está con una economía de guerra porque depende del petróleo no sólo para las gasolinas sino, además, para utilizar diferentes artefactos cuyo combustible es el gas, que se lo trae de países vecinos".
En esa línea, subrayó que "el precio del crudo llegó a los 100 dólares, lo que significa un aumento inminente de precios en todos sus derivados, y el país debe ir reduciendo su dependencia del petróleo".
"En los próximos cinco años debería ir incrementándose la producción de rubros agrícolas aptos para la fabricación de biodiesel, no tiene otra salida", enfatizó.
Por otra parte, Pedro Balotta, directivo de la Cámara Paraguaya del Gas (Capagas), señaló que "algunas zonas del país padecen cierto desabastecimiento" de gas licuado de petróleo (GLP). Balotta explicó que se trata de una escasez parcial y temporal, ya que en los próximos días llegarían los envíos aprobados por las autoridades argentinas.
Sin resultados
En tanto, en la Argentina, la suspensión de las ventas al exterior no llenó los surtidores de regiones como Misiones, Córdoba y Mar del Plata. En la ciudad balnearia se registraron ayer los primeros problemas de abastecimiento. La estación de servicio de Petrobras ubicada en la zona de Plaza Chica no vendió nafta, combustible que también faltó en algunas bocas de expendio de YPF.
En Misiones, en tanto, las mangueras de los surtidores de nafta súper y gasoil se mantuvieron cruzadas y se mantuvo la falta de gas en garrafa. La situación se agravó por una cuestión impositiva. Sucede que la Dirección General de Rentas de Misiones comenzó a aplicar el pago a cuenta, en efectivo, de los anticipos de Ingresos Brutos. Los puestos de cobro se ubicaron en los puntos de acceso a las rutas nacionales 12 y 14 y unos 200 camiones, varios de los cuales transportaban combustibles, quedaron varados al no poder pagar lo exigido.
Por otro lado, en Córdoba inspectores de la Secretaría de Comercio provincial relevaron varias estaciones y concluyeron que no existe desabastecimiento. Sin embargo, reconocieron que en algunas localidades del interior existen demoras en la entrega por parte de los mayoristas, lo cual obliga a restringir la venta.
En Buenos Aires, los inspectores de la Agencia de Recaudación descubrieron que el 10% de las estaciones que tiene la provincia (unos 150 locales) raciona o fracciona la venta de combustible. El director de la agencia, Santiago Montoya, se reunió con el gobernador, Daniel Scioli, para informarle los resultados de los operativos y dijo que en todas las estaciones los precios superan a los registrados el 31 de octubre último.
Los precios de fertilizantes, herbicidas e insecticidas, insumos fundamentales de la producción agropecuaria, no paran de subir. El mes pasado dieron un nuevo salto y acumularon incrementos anuales de entre el 80% y el 120%.
Para la campaña 2008/09, que comenzará en abril próximo, se espera que los precios estén aún más altos. Para anticiparse a las nuevas alzas, los productores están recurriendo a una estrategia innovadora para la actividad: están planificando y adelantando compras, y trabajando más sobre la logística de abastecimiento.
Según datos del seguimiento mensual del Instituto de Estudios Económicos (IEE) de la Sociedad Rural Argentina, entre enero y diciembre últimos, el litro de glifosato -herbicida que marca el ritmo de precios del resto de los agroquímicos- aumentó el 120,8%. Los fertilizantes fosforados y la urea lo hicieron el 90% y el 50%, respectivamente. Sólo en diciembre los incrementos fueron de entre el 10% y el 30%, según el insumo.
La fortísima demanda mundial de insumos agropecuarios impulsado por el auge de las commodities, las nuevas y más exigentes políticas ambientales de China (donde se fabrica un tercio de la producción mundial de herbicidas) y la suba del petróleo y los minerales (materias primas claves de los fertilizantes) son algunas de las razones que explican los aumentos.
"El año pasado, China tomó una serie de medidas muy estrictas en términos ambientales y eso ha producido que los costos de producción subieran e incluso que muchas fábricas no puedan operar", explicó Guillermo Cal, gerente de la Cámara Argentina de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe). "A eso se suma que en ese país se redujo el reintegro del IVA para la exportación del glifosato del 11 al 5 por ciento y que el yuan se ha revaluado respecto del dólar, lo que aumenta los costos", detalló el vocero de una multinacional que fabrica estos insumos.
La situación en el gigante asiático varió tanto que no sólo habría fuertes aumentos de precios sino que también podrían escasear los insumos.
Para evitar los aumentos y previendo faltantes, muchos productores están haciéndole caso a sus proveedores y adelantando compras. "El productor se encuentra con una suba que asusta. En mayo de 2007, el glifosato se compraba en 2,5 dólares el litro y hoy está a 5. Así, lo aconsejable es tomar posiciones [comprar por adelantado]. Se puede anticipar un precio de 6 dólares el litro en poco tiempo", detalló Alejandro Grondona, gerente de la distribuidora Modelan Insumos.
Según una estimación de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícolas (Aacrea), la suba de los fertilizantes impactará fuertemente en los costos directos de la producción en la campaña agrícola 2008/09. En el cultivo de soja, sólo los incrementos en fosfato diamónico y nitrógeno explicarán un aumento de costo del 12 por ciento.