Hablar de crisis de precios en el sector porcino no es ninguna novedad. La cotización de la carne de cerdo en las lonjas de origen siempre han sufrido estos altibajos que, ocasionalmente, corresponden a la ley de la oferta y la demanda pero también a las tensiones que se producen en la mesa de precios entre productores y mataderos o a la aparición de alguna enfermedad en la cabaña porcina.
LleidaPorc celebra su primera edición con el sector inmerso en una crisis de precios. Una circunstancia que se ha erigido en protagonista de los debates. Algunos ponentes intentan insuflar algún ánimo a los productores hablando de un tímido repunte de los precios para el próximo año, pero los realistas más draconianos proponen combatir la crisis con una reducción de la cabaña porcina estatal.
La fórmula más adecuada para zanjar el desequilibrio existente entre la oferta y la demanda. Pero aplicando las leyes del mercado, a buen seguro, se siembra la incerteza económica en muchas familias de Lleida que hasta ahora sobrevivían en las zonas rurales conjugando las ganancias o pérdidas de la agricultura con la cría de cerdos y viceversa. La reducción de la cabaña de porcino empobrecería a la población rural de Ponent si antes no se diseña una reconversión del sector que, con las suficientes garantías, evite un éxodo rural. Suspenso general Los sondeos demuestran el estado de la opinión pública en un momento determinado.
El CIS dio a conocer el resultado de su última encuesta en la que el PP acorta su distancia sobre el PSOE. Lo preocupante del sondeo es que todos los líderes políticos suspenden, que ninguno tiene el carisma suficiente como para que los electores confíen en su persona a la hora de resolver los retos que tiene planteados el Estado español.